- Obsequio de objetos y diversiones.
- Publicidad falsa o equívoca.
- Representación incorrecta de bienes, servicios y capacidades de la empresa.
- Mentiras dichas a los clientes para conseguir la venta.
- Manipulación de datos (falsificación o uso indebido de estadísticas o información).
- Garantías engañosas de producto o servicio.
- Manipulación desleal de clientes.
- Explotación de niños y otros grupos de escasos recursos.
- Invasión de la intimidad del cliente.
- Reclamos publicitarios de orientación sexual.
- Engaño con producto o servicio.
- Productos o servicios inseguros.
- Engaño en el precio.
- Discriminación en el precio.
- Comentarios injustos y declaraciones inexactas acerca de los competidores.
- Cantidades menores del producto en paquetes de igual tamaño.
- Retratos estereotipados de mujeres, grupos minoritarios y personas de la tercera edad.
- Ofrecer y/o dar sobornos a jefes de compras para conseguir la venta de productos o servicio.
- Recibir sobornos de proveedores, distribuidores u otros para favorecerlos directa o indirectamente.
- Presionar a empleados, proveedores u otros para obtener de ellos una conducta no ética.
- Incumplir las obligaciones y responsabilidades contraídas mediante contratos o de forma verbal.
- Acosar sexualmente a colaboradores, proveedores y otros grupos que dependen de las decisiones de los gerentes de mercadotecnia.
Si bien, la mayoría o quizá todas éstas situaciones pueden ser consideradas "no éticas" o "no aceptables ni permitidas" en diferentes sociedades, grupos y empresas, en la práctica los mercadólogos pueden verse tentados a realizar algunas de ellas en circunstancias y momentos específicos; especialmente, si la empresa y el Departamento de Mercadotecnia no cuentan con Códigos de Ética que direccionen adecuadamente sus acciones.